martes, 15 de enero de 2013

El Millonario- Capitulo 2


¡Seis meses! ¿Nick iba a ser su vecino durante medio año? A Miley le temblaron ligeramente las rodillas.

—Pero en realidad no piensas quedarte ¿no? —le dijo, sintiendo cómo el pánico crecía en sus entrañas.
—No creo que me quede otra opción.

Durante años, Miley había vivido con la esperanza de volver a verlo para poder decirle lo canalla que era. Pero no quería que las cosas sucedieran así, tan inesperadamente, cuando no estaba preparada para enfrentarse a él.

—¿Entonces pasarás aquí la Navidad? —le preguntó, sintiéndose como si acabaran de noquearla.
—Ese es el plan.

Nick tenía un aspecto tan insolente, tan condenadamente citadino con aquellos vaqueros planchados, las botas relucientes y el gorro sin una mota de polvo... No había lugar para él en el rancho.

Oh, Dios, ¿qué podía hacer? Intentando recuperar la compostura y pensar con claridad, estalló:

—Pero, pero... ¿qué ha pasado con Joe?

Joe era el único de los nietos de Kate Jonas que podía tener algún interés en el rancho. En realidad Joe McClure no era un pariente biológico, sino el hermanastro de Nick. Pero a Kate nunca había parecido importarle.

—Joe ha heredado un caballo —Nick desvió la mirada hacia el semental, que lo estaba observando a su vez y tuvo además la osadía de relincharle—. El Fuego de los Jonas.
—Es Joker.
—¿Qué?

Miley inclinó la cabeza hacia el semental.

—Es ese. Lo han llamado así desde que era un potro. Siempre ha estado metiéndose en problemas, y como tiene esas manchas tan raras —señaló las llamativas manchas que cubrían el rostro del animal—parece sentarle bien.
—¿Y tú cómo lo llamas?
—Pues hoy, por ejemplo, lo he llamado demonio, para empezar. Los otros nombres no puedo repetirlos delante de nadie —resopló para apartar un mechón de pelo que cubría su rostro y rió, con aquella risa rica y profunda como el primer trueno de una tormenta de primavera.

¿Por qué no habría envejecido Nick peor? ¿Por qué tendría que continuar siendo guapo y delgado? ¿Y por qué habría desaparecido de su rostro todo rastro de infantilismo? ¿Dónde estaba la curva de su barriga? ¿O sus canas? ¿O la redondez de líneas de un hombre rico que no necesitaba mover un dedo para ganarse la vida? Por el contrario, Nick disfrutaba de un físico atlético, fibroso, de caderas y cintura estrecha y hombros anchos. De hecho, el paso del tiempo parecía haberlo favorecido de una forma extraordinaria.

—No conocí a ningún caballo al que no fueras capaz de domar.
—Joker podría ser el primero —contestó Miley, aunque su mente estaba muy lejos de aquella conversación—. Creo que este caballo va a acabar conmigo.
—Lo dudo, Miley. Por lo que yo recuerdo, siempre te han encantado los desafíos.
—Es curioso. Yo no recuerdo nada parecido. 

Al oírla, desapareció de los ojos de Nick toda sombra de risa.

—¿Ah, no? ¿Entonces qué era lo que te gustaba? 

Oh, Dios. Miley sintió que se le desgarraba el corazón.

—No creo que quieras saberlo.
—Prueba a decírmelo.
—Ya lo hice. Y no funcionó.

Nick apretó los labios y su rostro se tornó duro como el granito.

—¿Sabes, Miley? No tendríamos que empezar de este modo.
—No sé por qué no.

«Oh, Nick, si tú supieras...». Los sentimientos la desgarraban de tal manera que apenas podía respirar. La vida era injusta. ¿Por qué Nick Jonas, el único hombre sobre la tierra al que se había prometido despreciar, tenía que ser tan condenadamente atractivo? Seguramente iba con frecuencia al gimnasio y se dedicaba a levantar pesas mientras se recreaba mirando a sus compañeras de gimnasio. Nick siempre había atraído a las mujeres... Ella incluida, se recordó sombría.

Se sacudió el polvo de las manos y trepó hasta el último tablón de la cerca.

—Bueno, pues ya que estás aquí, creo que puedo irme a casa. Había quedado en encargarme del rancho hasta que Kate contratara a un nuevo capataz. Después ella...—no podía decir aquella palabra. No podía creer que Kate Jonas, aquella mujer intrépida y llena de vida, hubiera muerto.
—¿Cómo está tu padre? —le preguntó Nick.
—Murió hace cinco años.
—Oh, lo siento —Nick levantó las manos—. No lo sabía.

Miley sacudió la cabeza.

—No me sorprende. No estás muy enterado de lo que ha pasado en Clear Springs, ¿verdad? —aunque sabía que estaba siendo cruel, no pudo evitar preguntar—: ¿Por qué diablos te habrá dejado Kate este rancho cuando has estado evitándolo durante años?

Nick apretó la mandíbula, cerró los puños y la taladró con la mirada, como si lo ofendiera que 
hubiera sido tan directa. Miley se encogió de hombros y desvió la mirada.

—No lo sé —admitió Nick.

Miley lo creyó. Lo miró con los ojos entrecerrados mientras él se quitaba el sombrero, mostrando su pelo castaño, con algunos mechones rubios, aclarados por el sol.

—¿Sabes? Tu abuela me gustaba mucho —dijo Miley, pensando en aquella mujer de fuerte personalidad que dirigía una empresa de cosméticos con mano de hierro, pero era conocida en Clear Springs por su pastel de ruibarbo.

Kate había sido una mujer independiente, con muchos talentos, que quería a su familia con locura y había querido dejar su impronta en el mundo, no solo a través de su negocio, sino también en sus hijos y en sus nietos.

—Me cuesta creer que no voy a volver a verla nunca.
—A mí también —dijo Nick con un suspiro. Frunció el ceño, como si hablar de la muerte de Kate le resultara demasiado doloroso. Se aclaró la garganta y miró hacia el semental.
—¿Y qué estás intentando hacer con ese caballo?
—Estaba intentando, y por tu culpa he fracasado, enseñarlo a dejarse guiar. Es el caballo más caro que tenemos y algunos de los rancheros de la zona quieren alquilarlo como semental. El problema es que es muy cabezota y que, al igual que muchos hombres que conozco, no le gusta que le digan lo que tiene que hacer. Odia que lo controlen, se niega a montarse en los remolques y, en general, es insoportable —añadió sonriente. Miley admiraba a Joker por su carácter independiente.

Como si la hubiera oído, el caballo alzó la cabeza y dejó escapar un relincho mientras una yegua, una potra de patas largas y flacuchas, se acercaba a apacentar a su zona.

—Parece que le gustan las damas —comentó Miley.
—Un error.

Miley fulminó a Nick con la mirada.

—¿Lo dices por experiencia? 

Nick apretó ligeramente la barbilla.
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Bueno esto es todo por hoy les subi una introducción que es una parte de un periodico... y después el prólogo y dos capitulos :) espero que les guste y comenten :D besos.

2 comentarios:

  1. me encantan tus novelas!!! :))



    me encantaria qke pasaras a mi bloog tengo una nueva nove y me encantaria qkeee la leyeras! qke tengas buen dia besos

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  2. lamento no haber comentado abi me quede sin internet y solo podia entrar por el celu pero ahora estoy en una computadora prestada asi que por eso te comento la verdad es que ya lei tu nove pero no pude comentartela pero ahora lo hago...
    bueno me encanto ya quiero leer el siguiente capis sube pronto babi te quiero

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