miércoles, 10 de abril de 2013

El Impostor- Capitulo 18


Era una maravilla de cuadro. Edward Wicklander fue el mejor retratista de la década de los setenta, e hizo un trabajo magnífico con las estupendas y ceñudas facciones de Nick Jonas, que entonces tenía trece años. Ese retrato bien podía haber sido el símbolo de toda una juventud desencantada, que probara los primeros frutos prohibidos, y Nick no sabía si acababa de gustarle. Miley contempló los ojos del retrato, pero en esta ocasión no le asombraron por su sarcasmo e ironía ni por la fidelidad que guardaban con la realidad, lo que la fascinó fue que esa astuta mirada azul era idéntica a la del hombre que tenía a sus espaldas.

—El parecido es increíble —murmuró.

Nick entendió perfectamente lo que Miley había querido decir, pero tenía su propia manera de jugar a ese juego.

—¿Verdad que sí? Plasmó mis rasgos a la perfección.
—¿Recuerdas el día que posaste? —Para el verdadero Nick fue un auténtico suplicio tener que posar inmóvil durante horas y horas mientras el famoso Wicklander desplegaba sus dotes artísticas. Sólo consiguieron que permaneciera algo más quieto durante algunos minutos seguidos tras haberle prometido a cambio un catamarán de carreras.
—Vamos, Miley —la reprendi6 cariñosamente—, sabes de sobra que no tienes que interrogarme acerca del pasado.
—Por la cuenta que te trae —murmuró ella—. ¿Y qué harás, decírselo a Sally?
Nick se le acercó, pero ella, decidida a no dar un paso, ni se inmutó.
—No —le contestó—. Eso era propio de George, ¿recuerdas? Yo puedo hacer algo mucho más retorcido, puedo simplemente negarme a contestar a tus preguntas. —Alargó un brazo y jugueteó con los dedos con un mechón suelto del pelo de Miley—. O peor aún, puedo responderlas.

Sus ojos se encontraron, algo que Miley, consciente de que era lo más sensato, había estado tratando de evitar. La mirada azul verdosa de Nick era de un profundo insoportable, como si pudiera leer su mente y traspasar sus defensas, entrando donde no dejaba entrar a absoluta mente nadie, en su corazón. En ese pequeño y vulnerable rincón de su ser que todavía palpitaba, sufría y sangraba, y que tanto le había costado reprimir y controlar.

Miley tenía los ojos clavados en él, no fue capaz de desviarlos ni siquiera al sentir cómo el aliento se le anudaba y se ahogaba en su garganta, y fue transportada años atrás a una calurosa noche de verano en esta misma casa, en que Nick Jonas la miró exactamente igual, una mirada llena de perversos deseos con la que hubiera conseguido todo de ella.

Todo menos la pulsera de colgantes.

Eran muy similares, pero no eran los mismos ojos. Esa mirada provocadora había que atribuirla a las fantasías amorosas de una adolescente, y no al hijo de Sally Jonas, un ladrón, rebelde y alocado.

Miley dio un respingo hacia atrás sin importarle que él pudiera tirarle del pelo, pero soltó su mechón con una sonrisa.

—¡Pobre Miley! —susurró—. No te molestaré más. ¿Por qué no vamos a averiguar si hay alguna forma de que abandones la isla para que no tengas que pasar ni un minuto más conmigo? —Era como si ese instante, misterioso e impactante, no hubiese sido más que un sueño—. En el peor de los casos tal vez alguna de las casetas de invitados esté abierta.

No podía hacerlo. En ese momento no tenía ningunas ganas de volverse a encerrar en el coche con él, respirando el mismo aire, sin tiendo el calor de su cuerpo envolviéndola. El efecto que en ella producía era demasiado fuerte, y necesitaba mantenerse a cierta distancia de él, estar unos minutos sin él para recuperar el equilibrio perdido.

—Ve tú —comentó ella—. Yo esperaré aquí.

Nick la miró sorprendido.

—¿Te fías de mí?
—No del todo, pero quiero estar sola un rato.

No se opuso.

—Que sepas que no he venido para estorbarte.
—¿Ah, no?
—Una mujer que ha vivido lo que tú has vivido no debería ansiar tanta tranquilidad. Te convendría un poco más de acción.
—Y tú qué sabrás! Nick Jonas lleva muchos años sin aparecer.
—Admito que la curiosidad ha sido superior a mis fuerzas; he hecho mis indagaciones.
—¿Quién te ha ayudado?
—¡Ay Miley, me estás pidiendo que delate a mi cómplice en el crimen! —Exclamó despreocupado—. Lo cierto es que le he preguntado a Sally por qué te sigues desviviendo por complacer a los ilustres Jonas.
—¿Y qué te ha dicho?
—Que la quieres. Y que te atemoriza dejarla y vivir en el cruel e inhóspito mundo de ahí fuera.
—Sally no me conoce tan bien como cree —intervino Miley aparentemente relajada.
—Sally no conoce a nadie con profundidad, incluida ella misma.
—Incluyendo a su hijo.
—No has podido evitarlo, ¿verdad? —Nick no estaba ofendido—. Mi madre es una mujer de miras estrechas y voluntad indomable. Sabe lo estrictamente necesario de las personas que la rodean como para lograr que hagan justo lo que desea. El resto no le interesa lo más mínimo.
—Tu amor filial es inspirador.
—¡Me alegro de que mi larga ausencia sirva de algo!

Miley tuvo ganas de gritarle, pero se mordió la lengua. Si permanecía un minuto más en ese salón empezaría a ponerse nerviosa, y no había tenido un ataque de pánico desde los veinte años. No estaba dispuesta a dejar que un impostor la volviera a hacer pasar por tan mal trago.

—Pensaba que ibas a averiguar cómo puedo irme de la isla —le recordó Miley con toda naturalidad.
—Ahora voy. Mientras salgo a buscar una cabina telefónica, dejaré aquí mi bolsa para que puedas hurgar en ella si te aburres.
—Dudo mucho que dejaras cualquier evidencia incriminatoria a mi alcance.
—Toda precaución es poca. Quizá me guste el riesgo. Quizá quiera que averigües la verdad —dijo provocándola.
—¿Y cuál es la verdad?

Nick no se le acercó, ni siquiera respondió. Incluso desde el otro extremo de la habitación, su presencia resultaba imponente y amenazadora.
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HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, creo que no les habia dicho, mi tía si tiene internet :'D así que me puedo conectar y por eso les vengo a subir capitulo.

Candela bienvenida, creo que y leias mi otro blog antes :S 

Rocio, no te preocupes no voy a dejar de subir en este blog, el otro blog es con los nombres originales de las novelas, lo hice por las personas que no pueden leer algunos libros que no suben a blogs o que no pueden leer el tipo de documentos que hay para descargar, o alguien que lo quiera leer online.

Y por cierto ya subi de La Huésped, si quieren leer el libro den click AQUI  http://esmilibreria.blogspot.mx/2013/04/la-huesped-capitulo-1-recuerdos.html y pueden seguir el blog y comentar, mas adelante voy a subir 50 Sombras de Grey :D

PS: COMENTEN :D

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