viernes, 24 de agosto de 2012

La Ley Del Lobo- Capitulo 3


El hombre llevó el cuerpo de Miley hacia el de él. Y la alineó contra sus músculos sólidos. Las manos grandes la agarraron de los brazos. Era alto, muy alto, con el cabello largo, negro y despeinado.

Y tenía ojos de color gris plata, tan feroces como los del lobo.

El terror y la furia renovados le dieron a Miley la fortalece para luchar, para olvidarse de las heridas y el cansancio. Empujó el torso desnudo del hombre con las manos y luchó para que la soltara, a pesar de que no lograba aliviar la tensión de las manos.

“¡No!”. Gritó y le clavó las uñas en el pecho descubierto, mientras luchaba como un gato salvaje. Intentó morderle el brazo, le pateó las piernas y luego trató de escabullirse de sus manos.

Entonces, se dio cuenta de que el hombre estaba completamente desnudo.

Shockeada, Miley se paralizó totalmente. Tenía la mirada fija en la pija (here we go... :B les dije que había palabras medio... humm), mientras una parte de ella detectaba su tamaño impresionante. Al diablo con todo, los pezones se le endurecieron al verlo. 

Pero la mayor parte de su cuerpo estaba rígido de temor. Se dio cuenta de que se le escapaba un seno por el vestido rasgado y de las tiras que apenas lo sostenían a los hombros.

Dirigió la mirada hacia él.

“¿Terminaste de intentar sacarme los ojos, gatito?”. La voz profunda del hombre atravesó la nube de terror que invadía todo su ser. En su voz había un dejo de irritación que coincidía con el reflejo de sus ojos.

Miley tragó saliva. Todo su cuerpo tembló y el cansancio se apoderó de sus huesos. La fatiga la venció tan rápidamente que la cabeza le dio vueltas y el cuerpo se relajó. El castigo que había soportado de Liam y Justin, el terror del lobo y la huida, y ahora un aterrador hombre desnudo que la captura, todo esto era demasiado.

La oscuridad se escabulló por su conciencia hasta que todo se puso oscuro.

Nick frunció el seño y apretó a la mujer fuertemente contra su cuerpo. La furia todavía ardía adentro suyo, por lo que los hombres le habían hecho a esta pequeña criatura, y sólo deseaba matar a los dos bastardos. Los habría buscado hasta los confines de Dair si no se hubiese preocupado por la mujer que corría sola por el bosque peligroso.

Miley, él le había leído el pensamiento. Su nombre es Miley.

El seño fruncido se transformó en mala cara. ¿Qué le importaba el nombre de la mujer? No le interesaban las mujeres humanas. Simplemente la regresaría a su pueblo y acabaría con esto.

Sin embargo, una parte primitiva, en lo profundo de su ser no la quería dejar ir. Su aroma a almizcle de mujer y flores silvestres se fundían con el olor de la sangre de sus heridas y de la tierra adherida a la piel y al vestido. Tenía los ojos cerrados, pero él recordaba la profundidad de color verde azulado, y su espíritu se combinaba con el temor de la mirada. No podía dejar de admirar la forma en que lo había enfrentado, la forma en que nunca se rendía, a pesar de haber sido maltratada físicamente y
aterrorizada, más allá de la comprensión del lobo. De él.

Nick sostuvo a la mujer contra él fuertemente con un brazo y le quitó un mechón de cabello enmarañado de la cara. No podía dejar de hacerlo. A pesar de que estaba cubierta con suciedad, la sangre seca formaba costras sobre las heridas, el cabello castaño se veía descuidado y sucio y la ropa estaba hecha trizas, ella era simplemente el ser más encantador que jamás había visto.

Deslizó los dedos desde el cabello hacia la curva de la delicada nariz, a los labios un tanto abiertos y sobre la barbilla. Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, los dedos se acercaron al bello seno desnudo, se deslizaron por la inclinación y se detuvieron en el pezón endurecido.

Un gruñido salió de su garganta y la pija se le puso rígida contra el vientre de Miley. La mente se le llenó de visiones espontáneas. Como visiones de estar acariciando cada centímetro de su piel desnuda. Chuparle los pezones de un color rojo jensai, lamerle el cuerpo marcando un camino y sentir el calor de sus jugos entre los muslos. Dios, lo estrecha que sería, cómo lo cubriría con la concha mientras él la cogía con fuerza y muy profundamente.

Con un grito que se asemejaba a un aullido de frustración, Nick apartó la mano del pezón, como si el cuerpo de Miley lo hubiese escaldado. Su necesidad de ella, su deseo por esta mujer, era tan intenso que el cuerpo comenzó a temblarle. 

No. Esta mujer era humana. No tomaría a una humana como compañera.
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Hola capi rapidito porque tengo que salir las quiero chao. 

2 comentarios:

  1. ABI ME ENCANTOO EL CAPIS LA NOVE MUY BUENA COMO SIEMPRE TENES QUE SUBIRLA O HACER UN MARATON SOLO PARA MI JEJEJE BUENO ESPERO QUE LA SIGAS.
    CUIDATE...Y BESOS

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  2. LINDO Y HOT SUBE LA SIGUIENTE!!!!
    CANDELA

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