miércoles, 13 de junio de 2012

Anhelo Secreto- Capitulo 1


-POR FAVOR, Nick. 
-Mi reputación de profesional serio está en juego. -Nick suspiró. Joe debía de estar realmente desesperado para pedirle aquello. Su ex socio sabía de sobra que odiaba profundamente hacer fotos de bodas. Mientras que Joe disfrutaba de lo emocional de aquellas ocasiones, a Nick le resultaban profundamente irritantes. No soporta ni los nervios de antes, ni los llantos, besos y abrazos de después.


Nick no era precisamente un entusiasta de los llantos femeninos.


Además, le era imposible ser creativo cuando el trabajo solo consistía en captar cada momento sin más. Era un perfeccionista y odiaba tener que trabajar en cualquier circunstancia, sin saber el tiempo que iba a hacer, si la localización sería espantosa o si la novia sería poco fotogénica.




Él era un fotógrafo de moda y trabajaba para revistas importantes. Estaba acostumbrado a controlarlo todo.


-Asumo que no has podido conseguir a nadie más -dijo Nick con resignación.
-La boda es dentro de dos semanas, y cae en sábado -le explicó él-. Ya sabes la cantidad de bodas que hay los sábados. Todos los fotógrafos de Sydney están ya comprometidos.
-De acuerdo, de acuerdo. ¿Y qué es lo que quieres que haga?
-La novia irá a tu casa a mediodía hoy.- Nick miró el reloj de pared. Eran las once y media.
-¿Y si hubiera dicho que no?
-Yo sabía que no me dejarías en la estacada. Puede que seas un demonio con las mujeres, pero eres un buen amigo.


Nick no estaba de acuerdo con aquella imagen de playboy que Joe tenía de él. Sí, había tenido muchas relaciones a lo largo de los años, ¿y qué? Tenía treinta y tres años, era bastante atractivo, soltero y se pasaba el día retratando modelos también solteras. Era inevitable que sucedieran cosas.


Pero no era un devorador de mujeres. Solo tenía una novia por vez, y jamás las engañaba. Sencillamente, no quería saber nada de matrimonio ni de niños. ¿Acaso eso era un crimen? A ojos de alguna gente, sí.


Le habría gustado que sus amigos casados, y entre ellos Joe, entendieran que no todo el mundo quiere las mismas cosas en la vida.


-Dame unos cuantos detalles más antes de que la novia llegue -le dijo él.
-Se llama Miley Cyrus, tiene treinta y pocos años, es rubia y muy guapa.
-Joe, a ti todas las novias te parecen guapas.
-Y lo están en ese día. Pero esta es guapa siempre. Te lo vas a pasar bien fotografiando a la señorita Cyrus. O quizá debería llamarla señora Hemsworth.


La afortunada novia se va a casar con Liam Hemsworth, el único hijo de William Hemsworth (¿?)


-¿Se supone que eso debería significar algo para mí? ¿Quién es Lionel Hemsworth?
-Siempre se me olvida que eres un ignorante total en cualquier tema que no sea comida, mujeres y fotografía, Lionel Hemsworth era uno de los arquitectos más reputados de Sydney. El pobre hombre murió, junto a su mujer, en un accidente de coche hace un par de semanas. Así que trata bien al novio cuando lo conozcas.


-Pobre hombre. Qué mala suerte -el padre de Nick también había muerto en un accidente de coche cuando él tenía solo ocho años. Aquel había sido un momento muy difícil en su vida que no le gustaba recordar-. ¡Vaya! Me parece que oigo un coche acercándose a la casa. Debe de ser la novia. Llega a tiempo. Ya veremos si es igual de puntual en la boda. Bueno, te dejo. Me debes una, Joe, y no me vuelvas a preparar una encerrona como esta. Te llamaré cuando la novia se haya ido y ya te contaré lo que opino de ella.


Nick colgó y se encaminó hacia las escaleras, curioso por saber si la mujer era tan atractiva como Joe le había dicho.


Tendría que ser algo muy especial para llegar a sorprenderlo. Después de todo, estaba acostumbrado a rodearse de rubias despampanantes. Había fotografiado a cientos de ellas e, incluso, se había enamorado locamente de una.


Aquello había sucedido cuando él tenía veinticinco años. Delta era entonces una ambiciosa modelo de belleza felina, que a sus diecinueve años hacía alarde de un espíritu manipulador e interesado. 


Solo que él no se había dado cuenta hasta que no había sido muy tarde. Habían vivido juntos un año y, durante ese tiempo, ella había sacado de él todo lo que había necesitado. Después, se había marchado con otro fotógrafo mayor y más poderoso, dejando a Nick profundamente herido.


A pesar de que todo aquello había sucedido años atrás y de que, supuestamente, el dolor había desaparecido, no había vuelto a vivir con nadie desde entonces y se había resistido con fiereza a cualquier tentación de hacerlo. Tampoco salía ya con rubias. La experiencia le había enseñado que, muy a menudo, fingían debilidad y vulnerabilidad, cuando en realidad eran manipuladoras y ambiciosas.


Otra cosa era fotografiarlas, porque las rubias seguían siendo sus modelos favoritas.


Nick abrió la puerta.


Guau! Joe no había exagerado un ápice.

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