miércoles, 13 de junio de 2012

Anhelo Secreto- Capitulo 11


Nick no sabía qué hacer con la provocativa sonrisa que apareció en los labios de Miley. Bueno, a decir verdad, no sabía qué hacer con ella en general.


Pero no estaba dispuesto a preocuparse por eso. Ya había perdido muchas horas de sueño durante las últimas dos semanas de impaciente espera. En los próximos catorce días, iba a recuperarse con creces, porque el sexo lo hacía dormir como un tronco.


-¿Con quién le has dicho a tu madre que te vas? -le preguntó él.


Ella lo miró curiosa.


-¿Qué te hace pensar que le he dicho algo?
-Yo también tengo una madre -dijo él secamente-. Sé cómo son. Quieren saberlo todo. Muy a menudo es necesario contarles pequeñas mentiras para que se queden felices. Yo no hago más que decirle a mi madre que si aún no me he casado es porque no he encontrado a la chica adecuada.
-¿Y eso te funciona?
-Debo admitir que está perdiendo credibilidad. Supongo que cuando cumpla los cuarenta, ella empezará a poner anuncios en los periódicos. Ya sabes: «Atractivo soltero busca atractiva compañera con vista al matrimonio. Debe cocinar bien y gustarle los niños».
-Si lo hace, puede que yo responda al anuncio. Cocino bien y me encantan los niños.
-Muy graciosa, Miley. Pero dime: ¿con quién se supone que vas?
-Con Demi.
-¿Quién es Demi?
-Mi mejor amiga. La que iba a llevar el vestido de dama de honor color vino.
-¿Y tu madre se ha creído que te ibas a llevar a una mujer a Dream Island?
-Sí.
-¡Guau! Mi madre jamás se habría creído algo así.
-¿Que te ibas a llevar a una mujer a Dream Island?
-Vaya, estás ingeniosa hoy.


Ella sonrió.


-Entre otras cosas.
-¿Qué otras cosas?
-Excitada. ¿Tú estás excitado, Nick?


Él la miró fijamente. ¿En qué se estaba metiendo? Fuera lo que fuera, estaba muy en contacto con una parte de él que había estado tratando de controlar durante catorce días y noches.


-Yo diría que más que excitado -confesó él.


Ella lo miró y Nick pensó que jamás había sentido algo así. No podía esperar.
Pero tuvo que hacerlo. Primero fueron las dos horas de retraso del avión a Cairns y luego el del helicóptero.


Eran ya casi las cinco de la tarde cuando aterrizaron en el helipuerto de Dream Island, y pasó otra hora hasta que los trasladaron en una lujosa motora hasta una casa privada en una playa privada.
Nick estaba emocionado. Todas sus fantasías se hacían realidad.


Mientras ayudaba a Miley a salir, miró hacia la casa. Estaba situada en una colina, mirando al mar. Tenía forma hexagonal y parecía bastante grande. En la parte frontal tenía un jardín abierto en el que sentarse. Nick lo miraba interrogante, sin dejar de preguntarse qué se sentiría haciendo el amor en un lugar así.


El joven muchacho que los llevó hasta allí les mostró todo.


Por dentro la casa era impresionante, equipada con todo lujo de detalles.


-Después del largo viaje que han hecho, hemos supuesto que no tendrían ganas de ir al restaurante, de modo que nuestro chef les ha preparado un picnic -dijo el muchacho, señalando una cesta que había sobre la mesa-. La nevera está llena de comida y en el mueble-bar que hay en la esquina encontrarán todo tipo de bebidas. Como sabrán toda la comida y bebida está incluida en el precio del viaje, así que no tendrán que preocuparse. Cada día pueden comer en alguno de los restaurantes del hotel o pedir que les envíen algo. Solo tienen que llamar. Los cigarrillos también están incluidos.


-Ninguno de los dos fumamos -dijo Miley y luego se dio cuenta de que no sabía si eso era cierto. Miró a Nick-. Tú no fumas, ¿verdad?


Él negó con la cabeza.


-Bien. Yo me voy -dijo Tom-. Hay folletos en la mesa del salón donde se explica todo con detalle. Tienen una pequeña lancha para poder moverse. Ahora les enseñaré cómo se usa. Desde aquí no se puede ir andando a ningún sitio, solo a la parte superior de esta colina en la que estamos. El camino es bastante empinado desde aquí, pero vale la pena ir al menos una vez por el paisaje que se divisa desde allí. Creo que esto es todo, pero si les surge alguna duda solo tienen que llamar a recepción. Ahora, si puede usted venir conmigo, señor, le enseñaré cómo funciona la lancha.


En cuanto se marcharon, Miley se encaminó al dormitorio y se sentó en la cama, comprobando si era cómoda. Era un colchón muy firme. La cama de Liam no era firme, recordó ella.


Liam...


La había llamado el día anterior para decirle que Celia y él se casaban en un par de meses y que se iban a ir de viaje de novios alrededor del mundo durante todo un año. Después de eso iban a intentar tener un bebé.


Miley no envidiaba el viaje. Había viajado a muchos lugares: París, Roma, Hawai...


Pero sí que envidiaba lo del bebé, y que Liam fuera a ser el padre. Sabía que sería un buen padre.


De pronto, toda la excitación que había tenido hasta entonces se desvaneció. Las lágrimas comenzaron a fluir inesperadamente por sus mejillas.


Miley se las enjugó con las manos, furiosa consigo misma. No debería haber dejado que Liam se hubiera ido a la cabaña del lago aquel viernes. De no haber sido tan estúpidamente razonable, lo habría tenido allí con ella en aquel momento. Y aquella misma noche habrían estado concibiendo un bebé, o al menos intentándolo.


¡En lugar de eso estaba allí con Nick!


Se lanzó sobre la cama y hundió la cara entre un montón de almohadas.

1 comentario:

  1. Chica española busca trabajo de limpieza plancha cuidando niños etc...Interesados llamar al tel 679591452.Gracias.

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